Ahora estoy en Vang Vieng y me resulta difícil recordar
tan sólo lo que pasó hace varios días… mi memoria cada vez está peor (mentira, siempre ha sido mala)
Espero con este post ponerme al día y seguir escribiendo
en el momento… pero es complicado, no tener tiempo, encontrar wifi, cargar las
fotos… Menos mal que vuestros comentarios me animan, así que muchas gracias a
todos por seguir mi camino de cerca.
En general, Luang Prabang, ciudad Patrimonio de la Humanidad, es una ciudad preciosa, rodeada por el Mekong, con una gran influencia de la época colonial francesa, con gente muy simpática, pero un poco más cara que el resto de ciudades que he visitado hasta ahora.
Desde donde te deja el barco en Luang Prabang hay que
coger un Tuk Tuk ahora (antes te debaja en la ciudad, pues ahora no), no hay
opción de negociar, son 20,000 Kips hasta el centro del pueblo por persona y tienes
que comprar el ticket en una especie de caseta que han montado.
Hombrecillos de verde conductores de Tuk Tuks |
Somos 7 el grupo que nos hemos juntado y vamos en busca
de guesthouse. Nos dejan en uno un poco alejado del centro pero nos hace señas
alguien montado en una furgoneta y nos lleva al suyo, que regateamos en
70,000 Kips la noche por habitaciones dobles con baño propio. ¡Yes!
Nos duchamos y quedamos para cenar. Vamos hacia el Night
Bazaar y engulllo (no había comido en todo el día) un plato de comida
vegetariana por 10,000 Kips (1€) de un buffet del mercado.
Buffet vegetariano por 1€ |
Se juntan dos personas más… ¡vivan los grupos de
mochileros! (o no, por que viajar en grupo todos sabemos, o al menos yo se, que se hace un poco pesado, pero yo fiel a mi estilo desaparezco cuando me apetece). Y nos vamos hacía Utopia bar a tomar una Beerlao, que resulta ser
un paraiso a la vera del río, donde poder charlar tranquilamente.
Utopia by night |
Pero a las 23:00 y siguiendo el toque de queda, cierra
todo en la ciudad, pero miles de conductores de Tuk Tuk nos ofrecen llevarnos
al “bowling”. Pues allá que vamos todos. 5,000 Kips más tarde llegamos a una
bolera, tal cual. Gente local y mochileros se mezclan y el local está hasta la
bandera. No veo ningún hueco para que podamos jugar, así que me disperso del
grupo y me acoplo a uno de gente de Laos ¿laosianos?, muy simpáticos todos, y resultan
todos gays. Una noche curiosa sin duda.
La bolera discotequera Mis tres días restantes en la ciudad los resumo con los 10 imprescindibles de Luang Prabang. |
¿Qué hacer en Luang Prabang?
1. Formar parte de la Ceremonia de Entrega de Limosnas
Ceremonia de Entrega de Limosnas |
Los monjes comen dos veces al día con la comida que es donada. En Luang Prabang hay entorno a 300 monjes que recorren sus calles entre las 05:30 - 06:30 de la mañana recogiendo los donativos de los locales y turistas. Participar en este acto fue una pasada. It was moving. Me tocó el corazón. Lo peor: las mujeres insistentes en venderte arroz (que aprendí que debería haber comprado en el mercado y no a ellas) y no saber que hacer exactamente para no liarla. Lo importante, ir vestida como a los templos, tapando hombros y rodillas. Lo mejor: hay niños pobres que piden, y son los mismos monjes que reparten comida entre estos niños, los más jóvenes son los que más compartían entre los pequeños.
Sticky rice, plátanos y dulces preparados para la entrega a los monjes |
2. Tomar una clase de Yoga en Utopia
Carteles por todo Luang Prabang con indicaciones de cómo llegar |
Todo el mundo que pase por Luang Prabang debe conocer este sitio, y que mejor manera de disfrutar de sus vistas que tomando una clase de yoga, bien al amanecer a las 07:30 (si, yo me levanté para ir a esa hora), o al atardecer a las 18:30. Más info en su web.
3. Escalar la colina Phu Si
A medio camino te informan de cuantas escaleras quedan, muy amables |
Vistas desde la colina de Luang Prabang |
Gatitos en el templo |
4. Chapuzón en las cascadas de Tat Kuang Si
Cataratas Kuang Si |
Las más bonitas que he visto hasta el momento, el agua está fresquita y se agradece. Cuidado con los peces carnívoros que te muerden. Recomiendo ir en zapatillas (cosa que yo no hice) si queréis subir hasta arriba del todo. El Tuk Tuk nos cobró 30,000 por persona para ir, esperar allí 3 horas y volver, y la entrada al parque costaba 20,000 Kips. Recomendable tomarse un fruit shake (¿os he dicho que estoy viciada con ellos?) en el puesto justo en la entrada a la derecha. ¡Bueno, bonito y barato!
5. Visitar el Palacio Real
Palacio Real y su Wat (templo) |
6. Cruzar el puente de bambú y explorar la otra zona del río. No me dio tiempo, pero leí que era recomendado y me quedó pendiente. ¿Habrá que volver algún día no?
Puente de bambú cruzando el río |
7. Comer en los buffets nocturnos del Night Bazaar y tomarse
un fruit shake
Fruit shakes a todas horas |
8. Engullir una Lao BBQ
Por 50,000 Kips una Lao BBQ mixta (cerdo, pollo, ternera y pescado) para dos con su salsa tamarind buenísima y una especie de sopa que se mezcla con lechugas varias y dos huevos. Pese a tener que aguantar el calor, se hace con carbón, mereció la pena, estaba impresionante.
9. Probar el Lao Lao (licor de la zona) o para los más débiles moderados una beerlao en
Lao Lao Gardens
10. Participar en algo grande
Big Brother Mouse es una asociación que se dedica a ayudar a niños a aprender inglés en los pueblos y aldeas en Laos. Buscan a voluntarios que pasen por su oficina para charlar con estudiantes en inglés para que puedan mejorar su nivel. Hay turno de mañana de 09:00 a 11:00 o de tarde de 17:00 a 19:00.
Hay estudiantes de todas las edades (apunte personal: intuir la edad de alguien asiático es realmente difícil) y todos los niveles, al principio estuve sola con varios estudiantes, algunos universitarios y otros en la escuela, pero vinieron más y más niños y nos juntamos unas 15 personas. Menos mal que después vinieron más voluntarios (uno de ellos con el que me fui a cenar la Lao BBQ) y pude conocer a Abraham. Un chico de 16 encantador, que hablaba un inglés casi perfecto, que quería ser médico y vivía solo con sus 4 hermanos puesto que sus padres eran de una aldea Hmong y no podrían ir al colegio si vivieran con ellos. Una historia impresionante y una tarde que pasé aún mejor.
Y yo aquí gestionando facturas... grrr.. :) besitos
ResponderEliminar¡Gestionar facturas también es hacer algo grande! Besazos
ResponderEliminar7/11que grande es mi niña ,
ResponderEliminarQue envidia,
Hemos tenido Nieves el fin de semana en la caret era de Ronda. Esta Mañana se veia
La montaña blanca desde Nueva Andalucía, cuando fui a Pilates.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu foto con Abraham.
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