miércoles, 24 de abril de 2013

De Chiang Mai a Chiang Rai


Después de la semana en la jungla con elefantes dispongo a seguir con mi viaje sin tener claro si volver al sur a Kho Tao (isla famosa por el submarinismo) invitada por dos americanas especialmente divertidas, ir a Pai, pueblo que parece que está de moda entre mochileros o ir hacía Laos, ya que me habían hablado maravillas de este país. Decido proseguir por Laos, ya que estaba al norte de Tailandia y tenía sentido por cercanía… ¡ya tendré tiempo de llegar a las islas! Aun así, no me despido de las americanas, es tan sólo un hasta luego, puesto que quedamos en vernos en la Full Moon Party de Junio. ¡Buen plan!

Para seguir hacia Laos la entrada más frecuente por tierra en el norte es desde Chiang Khong, pero hay una parada intermedia en una cuidad que me apetecía descubrir: Chiang Rai, y así me evito trayectos en bus de horas y horas.
Detalle de mi trayecto 

Detalle del billete: 144 Bats 

Tras llegar a la parada de autobuses de Chiang Mai compro un billete con dirección a Chiang Rai que salía a la media hora, ¡perfecto! La compañía es el Green Line bus, y podeis ver los horarios online. Sólo cuesta 144 Bats por casi 3 horas de trayecto (unos 200 km).
En la estación de Chiang Mai, asiento reservado para monjes

Tras un poco de lectura (estoy con 50 sombras de Grey) y un poco de mareo (la carretera empezaba a estar realmente movida) llegamos a la estación de autobuses vieja de Chiang Rai, bien, por que esta estaba cerca de un hostal con buenos precios que había visto en la Lonely Planet: The North Hotel.
Foto de la estación de buses "vieja" de Chiang Rai

Llego al hostel andando, mejor, por que odio los Tuk Tuk simplemente por sentirme estafada cada vez que intento coger uno, y pese no tener reserva están encantados de recibirme y tienen una cama en una habitación de 6 personas con baño. 200 Bats, unos 5€. ¡Yessss, esta si es la vida mochilera!

Llego a la habitación y sólo hay una chica durmiendo (sólo eran las 9 de la noche) pero no quiero molestar. Aun así, se da media vuelta y me dice que está enferma. Sin más, y con toda la buena voluntad, le pregunto que si necesita algo… “No, just sleep”. La dejo tranquila y me voy a descubrir un poco los alrededores, para destacar el Night Bazar. 

Night Bazaar de Chiang Rai

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