jueves, 6 de junio de 2013

Impresionante Angkor


Pequeña ciudad de gran atractivo turístico por ser la ciudad de partida hacia la visita de la octava maravilla del mundo: Angkor Wat y demás templos.

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Cuando visitas los templos sientes adentrarte en un mundo diferente, como si pudieras sentir a los esclavos aún trabajando arrastrando las piedras gigantes desde el río y montando una encima de otra hasta construir inmensas maravillas. Imaginas como relataban las historias de los dioses a los niños en cada pasillo de piedras esculpidas.
Mari en Angkor Thom
Se pueden visitar en bicicleta, en minibus, helicóptero... las opciones son infinitas, pero nosotros optamos en contratar un Tuk Tuk para los tres días. 15 dólares diarios entre los 3.

Tuk Tuk mola mogollón; esta preparado hasta para un chaparrón
Hay que vestirse moderadamente (taparse los hombros y rodillas); estamos de visita en un lugar sagrado. Hará mucha caló y mejor ir cómodos y con zapatillas cerradas... ¡Hay que trepar si quieres subir a contemplar las vistas! 

Monos arriba... monos abajo... 
El primer día hicimos el circuito grande, visitando los templos más alejados de la ciudad. El segundo día, y es más intenso, con amanecer, destacando Angkor Wat y Angkor Tom. Tercer día lo dedicamos a los templos más antiguos, e intentamos ver el atardecer, pero nos calló un diluvión que lo hizo imposible.
Detalles. Los Mil Budhas. 
Lo peor son los miles de niños de te persiguen pidiendo dinero, vendiendo postales, pulseras, piña, agua fresquita, mango... Aun tengo el sonido de "one dollaaaaaaa" en la cabeza. Los más originales estos dos que prepararon un anillo de flores. Me siento orgullosa bien de no haber caído en ninguno de ellos. Creo que no les hace ningún favor. Deberían estar en la escuela, no pidiendo a turistas... No se, ¿que opináis? 
Niños pidiendo
 Más allá de los templos

Pero Siem Reap ofrece más que la visita a los templos, y se hace necesario pues ir de templo en templo con 40 grados a la sombra es un trabajo duro. Si lo haces a amanecer disfrutas de las impresionantes vistas y un par de horas de paseo sin tanto calor, pero hay tanto que ver, que se puede eternizar.

Impresionante amanecer sobre Angkor Wat
Siem Reap ofrece alternativas aparte de visitar los templos, como por ejemplo:

Jugar al billar. Los camboyanos de la zona son expertos. Es gratis, y parece que es el sustituto local del futbolín español. Recomiendo el X bar, en una azotea. Está cerca del night market.

X Bar
Nota mental: mejorar mis habilidades con el billar.

Ir al cine. O comparse una película pirata (por 7 dólares te ponen 10 en el Ipad/portátil) y disfrutarla con amigos mochileros.

Piscinear. Por que considero que debería ser un verbo por su cuenta. Para ello, recomiendo buscar un hostal con piscina, el calor es sofocante, y ya hay varias opciones por toda la ciudad que inlcuyen esta opción sin aumentar el coste de las habitaciones. Se agradece. Mucho. Yo me quedé en el Downtown hostel que recomiendo si sois dos y podeis compartir una habitación, puesto que las habitaciones compartidas son sofocantes y dan todas a la calle, con el resultante ruido excesivo y sol mañanero. También es posible pagar la entrada a las piscinas de los múltiples hoteles que hay en la ciudad.

Comprar. Es un deporte olímpico presente en todas las ciudades, pero las camisetas tienen frases ingeniosas, y es bonito llevarse algo de cada ciudad… bueno quizás no de cada. Pero hay miles de “Night market” por toda la ciudad que se pueden recorrer andando y el mercado antiguo también tiene su encanto, sobre todo la zona local, donde serás el único turista comiendo noodles o café khmer. Yo de momento estoy comprando un detallito para mi (los regalos para familiares y amistades llegarán más adelante no os preocupeis) algo de cada ciudad… ¿quereís saber lo que es?

Coleccionar camisetas. Es algo sencillo, y complejo a la vez… El bareto más concido, “Angkor what?”, el de enfrente “The Temple” y alguno más regalan camisetas por cada dos consumiciones de “buckets” que no son otra cosa que nuestras mazetas (pero son macetas de plástico de verdad, con su asa y todo). Si quieres coleccionar camisetas de cada bar, pedirse dos macetas por cuenta propia no es buena idea, pero compartiendo o piediendo las camisetas o dos jugadores de rugby con cara de pena como hice yo te permite hacerte con al menos un par de ellas. Después, como mi mochila tiene su justo espacio, toca regalar otras dos para reemplazarlas. Pero tras dos meses con las mismas cinco camisetas, te entran serias ganas de renovar vestuario. Os lo aseguro.
Angkor What?
Leer un buen libro tumbada sobre los sofás blancos del Blue Pumpkin (tienen aire acondicionado) y el ambiente es estupendo. Si lo puedes acompañar con un helado (1,5 dólares) mejor que mejor.

Ver un espectáculo de danza tradicional Khmer. Buffet con espectáculo por 12 dólares o en The Templo gratuito con la cena. Yo por falta de presupuesto me limité a imaginarmelo. También vale. La imaginación es libre, ¿no?

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