Pasé un domingo tranquilo en Chiang Mai, donde después de
leer todo el día salí por la tarde a un concierto de Jazz. Muy grandes todos
los asiáticos que cantan canciones de rock y jazz y de todo. Lo hacen
estupendamente, pero tienen una forma de bailar muy rara y encima miden la
mitad que una persona occidental (de ancho).
En este concierto me encontré con los primeros españoles,
pero con historias muy interesantes. Una chica terapeuta que se dedicaba a
estudiar el masaje tailandés tradicional y otro que estando en paro, alquiló su
piso en Barcelona, y se ha venido de viaje indefinido con el dinero del
alquiler… para como están las cosas en España. ¿No?
Llegó el lunes de madrugón para trasladarme al Elephant
Nature Park, donde me quedaré una semana de voluntaria, ayudando a esta
organización que se dedica a proteger y cuidar a elefantes que han sido
maltratados.
El problema en Tailandia es que los elefantes de calle
(no los salvajes) se tratan como animales de rebaño y no hay reglas estrictas
sobre el maltrato. Sin embargo, si que hay tradiciones muy arraigadas en las
localidades más remotas de tortura al animal. No quiero ni describirlo, hemos
visto un documental sobre ello, y bueno, muy desagradable.
Llevamos un día en el parque e igualmente, el espacio
temporal parece mucho más largo de lo que es. Fue llegar y conocer a algunos
elefantes de inmediato. Sus nombres: Jokia, Tong sup (con colmillos que lo hace
ser más hormonal y agresivo que los demás), Dao Tong (con unos ojazos y la
pierna y cadera rota de los trabajos forzados), naughty boy y hope (uno de mis
favoritos). Hay 35 elefantes en total y creo que todo lo que vamos a hacer en
el parque me lo reservo para otro post. Solamente comentaros que estoy bien,
estoy agusto, y de nuevo conociendo a gente muy interesante, y lo mejor,
elefantes desde cerca, que según me han comentado, quitan todos los males. Os
adelanto… la comida que les damos y algunas imágenes.
Por destacar también, eespectacular, la comida, aunque es
toda vegetariana… ¡una semana de vegetariana! Ya os iré contando.
Qué bonitos son! No puedo entender a quienes se les ocurre maltratarlos. Me recuerdan a Babar, el de los dibujos :) Un abrazo Maribel, que aprendas mucho en este parque. Laura R.
ResponderEliminarQue bonito hija, me alegro mucho de que hagas lo que estas haciendo.
ResponderEliminarNos hacemos grandes al expandir nos, crear y procrear.
Un abrazo
Espero tu nuevo post
¡Joder, qué preciosidad por favor!
ResponderEliminar¡Quiero ir!