Quedan pocos días para reemprender mi viaje. Tan pocos como 1, 2 y 3. Lunes, Martes, Miércoles. Aún sin la maleta hecha, aún sin despedidas forjadas, aún sin ser consciente de la nueva aventura que voy a vivir. Parece mentira. El tiempo vuela. Y no lo podemos recuperar. No podemos mirar atrás. Tan sólo de vez en cuando parar para aprender sobre posibles errores y reflexionar. Y de eso he estado haciendo mucho hoy.
"Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo." Proverbio árabe.
Vivir el presente. De eso de trata. Pero tampoco sin olvidarnos de establecer un rumbo y unos objetivos. Aún así, muchas veces me encuentro haciendo cuentas atrás mentales o pensando en sueños del mañana. Y eso no es pensar en presente.
Me voy poniendo metas, fechas tope, objetivos en el medio/largo plazo y espero que éstas se cumplan. O bueno, según la teoría de El Secreto, yo haré que se cumplan. Pero intentando no obsesionarme. Y acordarme que es más importante vivir el hoy que pensar en el mañana. Pero si no pienso en el mañana, no se muy bien qué hacer hoy. Dónde ir. Qué esperar. Y todo esto, a veces, como hoy, me supera.
Perdonadme, pero hoy parece que tengo diarrea verbal. O quizás no. Bueno, vayamos a la cuestión. Que me quedan 3 días.
Y la cuestión es no quedarme quieta. Porque el crecimiento cuesta. El cambio duele. Pero, el éxito está en movimiento. El truco es encontrar el ritmo.
Me gustan tus reflexiones,
ResponderEliminarMuchas gracias por hacernos partícipes .