- Quiero aprobar el curso de buceo PADI en Koh Tao
- Quiero respirar el aire de la jungla de Malasia
- Quiero surfear una ola en Bali
- Quiero sacar fotos acuáticas (para ello me compré la cámara) de tortugas en las islas Gili
- Quiero contemplar el cielo nocturno de Singapur
- Quiero comprar regalitos para mi gente en Bangkok
- Quiero perderme por las mercados de comida en Kuala Lumpur
- Quiero sentir que cada día es único y me brinda con nuevas oportunidades de conocer a gente maravillosa (esto en realidad, lo vivo actualmente día a día)
- Quiero comer platos sin saber que son y descubrir que me encantan
- Quiero conocer nuevas culturas, visiones sobre la vida y religiones diferentes a la mía
- Quiero completar los 10 días de meditación en Chaia
Quiero enamorarme
Llevo tres semanas en mi Marbella querida y parece mentira lo rápido que uno se acostumbra a las duchas calientes, a las sábanas limpias y a dormir al menos 8 horas diarias. Finalmente por salud, he regresado a España dos meses y medio antes de lo previsto, más medio mes que me he tirado en el hospital, hacen en total tres meses de viaje que me "faltan" en mi ser. Y he empezado este post listando unas cuantas cosas con las que me he quedado con las ganas. Hay más. Claro. Pero como he aprendido, lo mejor de estos viajes es no organizar demasiado e ir sin expectativas; hay que viajar por libre y que las cosas vayan surgiendo. Y por ello señores, que resuenen los tambores, emprenderé de nuevo carretera y manta (es decir, la mochila). Será en Septiembre. En la época de vuelta al cole, simplemente por que con el riñón aún en la mano compré el billete de regreso a España con la vuelta de nuevo a Vietnam, por una oferta que no pude resistirme a aprovechar. ¿200€ por regresar a Asia?
A por todas.
He tenido mis dudas, lo reconozco. Que si ya está bien, es hora de buscar un trabajo. Que si otra vez sola. Que si me gastaría todos mis ahorros. Que ya tengo una edad. Pero, no, las ganas de sentir que he terminado este viaje por que yo lo he decidido y no por razones de salud son superiores. Y no sólo eso. Este viaje para mi era un proceso. Un proceso que incluye crecer como persona, derrumbar barreras y comenzar mi interior cambios que necesitaba. Incluye aprender a gestionar una vida llena de incertidumbres. Aprender a vivir con mucho menos. Vivir alerta, pero vivir feliz.
Está claro que no regresas de un viaje (se entiende durante un periodo extendido) cambiada, perfecta y preparada para el mundo. Pero si que mejoras, aprendes, evolucionas, y quizás a un ritmo mucho más vertiginoso que estando en casa. O al menos está siendo el caso para mi, y ¿por qué no seguir? Por que se que las mejores cosas en la vida, no son cosas. Y este es mi momento que puedo seguir exprimiendo.
A por ello Maripi. Yo aquí te seguiré día a día. Ya echaba de menos leerte. Besos
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